"La crueldad más terribles del mundo contemporáneo"Aleksandr Solzhenitsyn
"... me desnudaron, me pusieron en la boca, con la cola de la cuchara, las envolturas sucias de los pies, llenándome de sangre, me ataron las manos detrás con una cuerda y los pies con otra cuerda. Lo que siguió no se puede describir... golpes en la cabeza, para embrutecerme, golpes en la cara para desfiguración, miles de golpes en la espalda, debajo de las costillas, en el plexo, en la planta de los pies. Docenas de desmayos y una y otra vez empezando de nuevo durante horas, y el ojo de visor vigilaba, siempre velando. Me rompieron los huesos, los pulmones, el hígado, bailaban calzados sobre mis huesos, sobre mis pulmones. "
- Eugene Măgirescu, El Molino del Diablo, en la Memoria n º 13, p.38
"Te obligaban a comer el pan de sólo tres bocados o al contrario que te quedaras con el pan en la boca durante días, a comer del " dornajo" comida muy caliente, con las manos hacia atrás, así que sin la ayuda de éstas, sentado sobre el vientre o las rodillas, inclinado sobre la gamella, y daban un golpe corto con la bota, quemándote la cara con la cebada muy caliente y manchándote; y además añadían cantidades excesivas de sal en la comida, y después durante unos días y no te daban agua, luego te daban agua con mucha sal añadida en ella. "
- Costin Merişca. Tragedia Pitesti. Una crónica de la "reeducación" en las prisiones comunistas. Instituto Europeo, Iasi, 1997, p.68
"La imaginación delirante de Turcanu (N.R: el jefe de los torturadores) daba rienda suelta sobre todo cuando se trataba de estudiantes que creían en Dios y se esforzaban a no negarse. Así, algunos eran bautizados cada mañana con la cabeza sumergida en un recipiente de madera lleno de orina y heces, mientras que otros alrededor cantaban salmodiaban la formula del bautismo. Esto tardaba hasta que el contenido hacia burbujas."
- Ierunca Virgilio "Fenómeno de Pitesti"
"Cornel Lucas, cabalgado día y noche, se vio obligado a tragar grandes cantidades de sal (salmuera) y se le impidió beber agua potable. Las reacciones anatómico - fisiológicas fueron extremadamente graves. Toda la mucosa de la boca se le convirtió en toda una plaga. La sed es mucho más insoportable que el hambre es efectivamente enloquecedora. Obligado a beber orina, apenas lo hizo. Lo haría ahora, por iniciativa propia, pero no le dejaría nadie. Mientras limpiaba el inodoro chupaba el agua del trapo. Fue visto, expuesto, golpeado brutalmente y obligado a tragar otra cantidad de salmuera, para que aprenda"
- Viorel Gheorghita, "Et ego. Sarata-Pitesti-Gherla Aiud-Breve historia de mi transformación" Editura Marineasa. Timisoara, 1994, p.154
"Con la furia indescriptible comenzaron a golpearle, y con los puños, y con los palos y con los pies, y tirarle el uno al otro, hasta que el desgraciado, lleno de sangre, cayó casi inconsciente y no pudo levantarse más. Después de darle más golpes con los pies en la cabeza, dos de ellos le tomaron y lo tiraron en la cama de madera, obligándole a estar con las manos en los bolsillos y con la cabeza hacia abajo, así como era la orden. Este fue seguido por otro y luego otro, como en un baile del diablo hecho con el propósito de matar y la ultima gota de resistencia física y moral a los que entraban en su juego rabioso."
- Justin Stefan Paven, Infernul Pitesti, in Memorian, nº.22, p.66
"Estaban dirigidas y escenas sexuales, al orden de Turcanu. En el Viernes Santo, el reparte los papeles: "el burro" es mamado por "María Magdalena", "José" sodomiza al "burro", que a su vez está con su hocico en la falda de la puta " Virgen María " sodomizada al mismo momento por "Jesús". Los reeducados encabezados por Turcanu manifiestan un placer diabólico en burlarse de los más fieles, apodados «místicos». Tales escenas tenían un efecto terrible sobre las víctimas, que encontraban, por lo general, el único consuelo en la fe. Sin embargo, después de participar en las liturgias negras, toda su fe era sacudida desde sus cimientos (...)"
- del estudio de Alin Muresan "Reeducación mediante la tortura", Memoria, no. 4 / 2006
"En la así llamada acción de despersonalización, los estudiantes estaban obligados mediante torturas permanentes inimaginable, en traicionar a los seres más preciosos: Dios, los padres, hermanos, hermanas y amigos. ¡Se vieron obligados a beber orina y comer heces! El hombre era de este modo destruido. Disgustado por su debilidad, no será capaz de recuperarse nunca delante de su propia conciencia. Los dolores fueron por encima de los poderes de resistencia humana."
- Eugene Măgirescu, EL molino de los mil demonios. Memorias de la prisión de Pitesti, Editura Fronde, Alba Iulia - París, 1994, p.6
"Los espectáculos con temas religiosos, misas negras puestas en escena en la Semana Santa o Navidad, horrorizaban a los detenidos. En tales ocasiones, lo que más sufrían eran los estudiantes de Teología vestidos de "Cristo", con sotanas y estolas manchados de heces. Ellos eran obligados hacer la "comunión" con orina y fecales, y en vez de la cruz se les confeccionaban un falo de jabón sólido que todos los demás estaban obligados a besar. Alrededor se interpretaban canciones de la iglesia con textos escabrosos donde estaban insultados Jesús Cristo y La Virgen Maria, algunas veces los detenidos siendo desnudados completamente... "
- lin Muresan, Pitesti. " La crónica de un suicidio asistido" – Editura Polirom, 2007